DE LA BOMBILLA AL LED

ADIÓS A LA BOMBILLA INCANDESCENTE



Semáforo con luces LED

Fotógrafo:  C.Tejera

La luz de los LED sustituirá en pocos años a la de la bombilla incandescente, que lleva más de un siglo iluminándonos.

Los LED se adaptan a muchos fines. Han evolucionado rápidamente desde los años 60 del siglo XX,  aumentando sus aplicaciones, revolucionado el concepto de iluminación y aportando un gran ahorro de energía.

Comenzamos a verlos en relojes despertadores mostrándonos la hora o como indicadores en diversos aparatos (señalando el nivel de batería, si estaban o no conectados a la corriente eléctrica, listos para comenzar a operar, etc.)

Al principio eran de color rojo. Más tarde aparecieron el verde y el amarillo. En 1993 se comenzaron a fabricar LED azules, que al combinarse con el rojo y el verde producen luz blanca. Nace así una nueva era de la iluminación. 

Piloto trasero con luces LED

Fotógrafo: Blas Rubio Ortega

CC-BY-SA

Su poder de iluminación, ahorro de energía y longevidad aumentan cada año. Se estima que en pocos años la iluminación con LED podría reducir el consumo de energía en casi un 30 por ciento.

El LED tiene otras ventajas que favorecen su uso en determinados sectores. Los LED blancos actuales se calcula que duran unas 50 veces más que una bombilla de 60 vatios, lo que equivale a unos seis años de encendido constante, resultando útiles para lugares donde el cambio de bombillas es difícil o caro, tales como en el exterior de edificios o en piscinas. Además de ser duraderos, resisten las vibraciones de ciertas máquinas o motores como en los vehículos o aviones.